El músico chileno Felipe Yaluff abre un nuevo capítulo en su carrera con el lanzamiento de su disco íntimo, esencial y profundamente autoral: Las cosas que me hacen Feliz. Una obra que se erige como un paralelo cinematográfico frente a su faceta de banda de rock: si en un lado vemos la película cargada de luces, escenas corales y un guión explosivo, en este nuevo proyecto la cámara se detiene en un plano secuencia, donde sólo quedan la voz, la guitarra y la historia desnuda.

Este disco es, en palabras del propio artista, “el retorno hacia ser cantautor, es abrazar el pasado para integrar toda esa herencia musical al presente”. Una declaración que se convierte en acto creativo, pues cada canción se plantea como un ejercicio de libertad y de reencuentro con lo esencial.

Lejos de la épica eléctrica de su proyecto rock, aquí Yaluff ofrece su “lado B”, el más íntimo, libre y creativo como autor. Las composiciones nacieron de la necesidad de dar salida a canciones que no encajaban en su propuesta de banda. Así surge este registro que se sostiene en la simplicidad de un formato clásico: voz y guitarra, cantautor puro.

“Es hora de reconectar con una historia musical que fue postergada por querer ser saxofonista y escritor de negocios. Siento que es momento de volver a lo esencial, y hacer canciones en formato simplificado representa mi origen como compositor”, reflexiona el artista.

Este disco no es sólo un lanzamiento: es un reencuentro. Una puerta que se abre hacia un futuro donde Yaluff se reconoce en su origen y lo proyecta con nuevas fuerzas. Una película paralela, un universo complementario que dialoga con su otra faceta, pero que brilla por su propia autenticidad.